Sentada en el mismo lugar en aquella esquina y observando esta habitación tan absurda.
Hoy es un día más que pasa, un día como muchos, me siento derrotada.
Tan solo quiero un pitazo algo que me haga calmar la ansiedad, la angustia, esta melancolía.
Deseo gritar pero a la ves callar.
No, no estoy sola te tengo a ti, mi compañero, pero ¿de que sirve si no puedes ayudarme? Estas tan involucrado como yo o quizás peor.
Encerrada en este mundo de mierda, ni la nicotina, ni la marihuana, ni la pasta, puede calmar mis penas.
Recuerdo cuando aun era pequeña y pensaba en las cosas que han de venir, ahora que ya tengo la edad suficiente y mi vida esta hecha un desastre, no he logrado cambiar, me deje vencer por mis debilidades.
Sigo aquí en el mismo lugar, con la misma gente. Siento que todo me consume, que ya no tengo más alegrías, que solo necesito inyectarme para no derrumbarme.
¡Es tan patética mi vida! Que hasta me río de mi misma.
Parece estúpido lo que hoy digo, supongo que de eso se trata, quería escribir memorias sobre mi existencia ¡Ja! Pero en realidad no se que decir… Si mi vida esta infectada de lo malo de esta sociedad ¿Cambiar? ¿Por qué lo haría? Si veo a mi alrededor y lo único que encuentro es gente vacía fingiendo ser felices ¿A mi alrededor? Trozos de papel. La noche anterior fue un desbande, perdí la razón, el conocimiento… Interesante por así decirlo pero a la ves fastidioso.
Veo mi brazo y tengo las marcas de aquellas agujas que traspasaron mi carne, duele. Pero los minutos siguientes el alivio invade, sensaciones que no puedo definir y al mismo tiempo me matan y me llevan a la miseria, son las que viví.
Ya es tarde. Supongo que debes estar llegando, ¿Traerás de la buena o sólo dirás que la calle esta jodida? ¡No soporto mas este encierro! Quiero salir tomar aire, esta habitación me consume, me esta matando. ¿Acaso no te das cuenta? Las horas siguen pasando, me siento tan pequeña… más confundida y tan carente.
Suena el timbre, mi corazón se agita, mil ideas corren por mi mente y mientras espero saberlo la desesperación de mi propio cuerpo me sorprende.